miércoles, 15 de julio de 2015

RefugiARTE

Proyecto de Intervención Artística
Refugio Antiaéreo Plaza de Santiago
Jaén



DIÁLOGOS ARTÍSTICOS CON LOS ESPACIOS ARQUITECTÓNICOS


Normalmente, asistimos a exposiciones que obedecen a un planteamiento difundido y conocido, quizá también el más tradicional, aquel en el que las obras son lo fundamental, lo importante de la muestra, al margen de su ubicación. En este modelo, las obras son creadas independientemente de los espacios en los que van ser expuestas y de las circunstancias. Nos referimos a obras artísticas que pueden cambiar de sala expositiva, sin que por ello cambie su esencia y que son las absolutas protagonistas, independientemente del contenedor que las albergue.

Sin embargo, en los últimos tiempos venimos asistiendo a un cambio significativo en el concepto expositivo.
La exposición ya no la constituye únicamente un conjunto de obras que narra un discurso y que se sitúa sobre
las paredes de una sala de exposiciones, galería o museo; la exposición ha pasado a ser un conjunto en sí
misma. En este conjunto, una opción es que las obras se creen expresamente para este espacio, o que el
propio montaje de las obras sea un elemento que forma parte de la exposición; de esta forma, la muestra es
un todo compuesto por el continente, el contenido y método en el que ambos conversan. Con este modelo
expositivo asistimos a un cambio sustancial, que viene determinado por la naturaleza del contenedor. Aquí la
exposición es diseñada para un espacio concreto. La obra se crea para ser contemplada en un determinado
marco expositivo que, en sí mismo, tiene especial importancia y que condiciona la forma de expresarse plasticamente.




Pudiera darse una nueva variante dentro de la búsqueda de significado del espacio expositivo. Es el caso de
aquellos espacios dotados de un sentido original diferente al de la obra artística que acoge; aquellos en los
que el contenido es independiente del contenedor, como es el caso de los que surgen de su reutilización con
otros fines: las antiguas fábricas como espacios expositivos, las exposiciones que se desarrollan en centros
comerciales, bares o en las entradas y salidas de espectáculos, teatros y salas de cine.

Estaríamos asistiendo a una redimensión de los espacios para dar cabida a la obra artística, casi siempre
para conseguir una mayor audiencia y público, pretendiendo forzar al visitante a ver algo que de otra forma no
vería y haciendo uso de la oportunidad que los eventos supone.
Un paso más lo supone cuando el espacio contenedor de las obras tiene un significado propio, una historia,
una finalidad o una función, y la intervención artística versa sobre él; es decir, da sentido a la acción. Este es
el caso que nos ocupa: RefugiARTE. En él podemos ver cómo las creaciones artísticas no sólo las integran
las obras de los autores, sino que las obras se generan en torno al espacio expositivo, y se completan con el
contenedor. Dichas obras no tratan sobre un tema ajeno al contexto, sino que versan sobre él, sobre el significado de dicho espacio contenedor. Las obras se crean para ser vistas en ese espacio, dentro de ese marco y en comunicación con el espacio-marco. De esta forma, se suceden una serie de diferentes interacciones: la primera de ellas, con los artistas.

El refugio antiaéreo de la Plaza de Santiago en Jaén es un espacio con historia y significado propio, cargado
de contenido, construido en el marco de la Guerra Civil Española (1936-1939). Fue construido, junto con otros
refugios de la capital, después del bombardeo aéreo que sufrió la ciudad el 1 de abril de 1937, que se saldó
con la muerte de más de 160 personas.

RefugiARTE es un proyecto desarrollado por el Equipo Ákaro dentro de este refugio antiaéreo, que se realiza
en consonancia con los planteamientos del colectivo sobre arte alternativo, en espacios alternativos y con una
intención de apertura de miras y compromiso social. Los artistas participantes en este interesante proyecto
han conversado con dicho espacio para, juntos, hilar un discurso, en esta ocasión, de extraordinario valor
plástico. La muestra la componen siete instalaciones artísticas. Cada una de ellas, desde su idiosincrasia,
ha conseguido contribuir para dar unidad a la muestra y dotar de un elevado sentido plástico al conjunto, al
tiempo que introduce al espectador en un escenario de alto valor estético y emocional, lo que supone un grado
añadido.

La justificación que Ákaro hace de la muestra pone de manifiesto su interés por realizar actuaciones comprometidas, de establecer un diálogo con la sociedad a través de acciones artísticas, desde actitudes críticas, cooperativas y de convivencia; en este caso concreto, con perspectiva de futuro, pero con conciencia de
nuestro pasado.

Encontramos así, en esta manifestación artística, una clara expresión sobre diferentes formas de trabajar los
valores a través de las Artes, lo que dota a la muestra de otra dimensión añadida, la del arte comprometido.
También encontramos en RefugiARTE una interesante combinación entre el gusto estético de las instalaciones
que la componen, y el discurso histórico que subyace en la muestra, dando como resultado un conjunto de alto valor plástico, enmarcado en los contextos de creación del arte actual.

En la línea de la acción artística RefugiARTE, encontramos otras experiencias dirigidas a “recalificar” los
espacios expositivos, reforzando el planteamiento del grupo Ákaro, no sólo para este proyecto, sino también
para las acciones anteriores llevadas a cabo por él grupo.

Intervenir espacios, como el caso del refugio antiaéreo de la Plaza de Santiago, en Jaén, es un ejemplo
perfecto sobre la necesidad de crear experiencias culturales, al tiempo que supone un reto compartido con
posibilidades reales de llegar al público, de difundir las obras, de contar y compartir experiencias, con todo lo
que esto arroja de positivo.

Los espacios de creación colectiva y los proyectos de esta índole crean un caldo de acción que son, en sí
mismo, motivadores, por lo que el éxito está asegurado e implícito en la acción.

Carmen Montoro Cabrera
Artista Plástica